Como buen aficionado Americanista, el día de ayer (domingo 22) fui al partido América vs Pumas en el Estadio Azteca. Realmente no tenía muchas expectativas de ganarle a la UNAM (aunque vamos mejor que Pumas, también es cierto que en los últimos 6 años no habíamos podido ganarles ningún partido en casa). El post de hoy no trata de mi americanismo exacerbado, ni del marcador del encuentro, sino de un acontecimiento desagradable que me tocó vivir.
Ya habíamos pasado el primer filtro de seguridad y estábamos rodeando el estadio tratando de encontrar la rampa que nos tocaba para acceder a nuestros lugares. De pronto nos encontramos con un pseudo-aficionado puma, vestido con una playera de la rebel. El individuo se me plantó enfrente y no me dejaba pasar. Primero pensé que era una broma, o simplemente de un error. Yo traté de pasarlo por la derecha y me bloqueó. Lo mismo pasó cuando traté de esquivarlo por la izquierda. Fue cuando me di cuenta que la cosa iba en serio.
-¿Qué? Le dije… Entonces me miró con odio y me escupió en el escudo de mi playera. Estuve a punto de ponerme bravo para reclamarle, pero me di cuenta que el tipo estaba muy borracho y no venía sólo. En ese momento recibí un golpe sorpresivo en el esternón. Afortunadamente, mi novia instintivamente se había alejado del agresor, porque me muero su le pasa algo. Mientras tanto, mi amigo Miguel y mi hermano quienes venían caminando varios pasos adelante de mi, venían en mi auxilio. Empujé a mis compañeros lejos del pleito, les dije dos veces “VAMONOS” y nos alejamos a toda velocidad de los bravucones. Afortunadamente, fuera del susto que nos dieron no pasó nada.
Debo confesar que cuando me pegaron, sentí un gran coraje y unas ganas tremendas de desquitarme. Gracias a Dios mantuve la cabeza fría, porque no hay nada peor que pelearse con un borracho que no tiene nada que perder y que además está muy envalentonado porque viene con sus cuates.
En increíble que a los aficionados comunes y corrientes, nos revisan de una manera tan exhaustiva que llega a ser incomoda y que a estos cavernícolas, los dejaron pasar cuando estaban evidentemente borrachos. ¿Cómo es posible que alguien ya esté borracho antes de entrar al partido?
Después del incidente nos fuimos a nuestros lugares y disfrutamos del espectáculo. Tuvimos la suerte de que el día de hoy el marcador favoreció a nuestra. Hubiera sido muy triste irme golpeado y derrotado. Para evitar cualquier contratiempo término del encuentro, abandonamos nuestros lugares en el minuto 30 del segundo tiempo. Pensé que si algunas personas ya estaban borrachas y agresivas, antes de empezar el partido, la cosa se podría poner mucho peor ya que parecía que iban a perder.
Si a alguien le avientan una cerveza, le mientan la madre o se burlan porque su equipo va perdiendo, nadie sale lastimado y son manifestaciones naturales de una rivalidad deportiva: son parte del espectáculo del fútbol, pero lo que si es un abuso es cuando se llega a las agresiones físicas.
Mil veces había escuchado a los comentaristas en la televisión hablar de esos brutos que se hacen pasar por aficionados al deporte, pero nunca me había tocado vivirlo, cuando menos no tan de cerca. Son estos sinvergüenzas los que hacen que sea riesgoso para las familias, las mujeres y los niños ir al estadio. Estos entupidos que no saben que el fútbol no es una guerra, que los aficionados del equipo contrario no son el enemigo y que el agredir al contrario no va a hacer que tu equipo gane o siquiera que juegue un poco mejor.
Este escrito no es contra los verdaderos aficionados pumas, sino contra todos aquellos brutos que en su limitada inteligencia o en su embrutecimiento por el abuso de alguna sustancia, atacan a los seguidores del equipo contrario o hasta en algunos casos, agreden a los seguidores de su mismo equipo. Hay que mencionar que en todos los equipos se da esta plaga de resentidos sociales, con inteligencias limitadas. En alguna ocasión me tocó estar en medio de una “guerra” de hielazos, entre dos grupos de seguidores del América. Tuve la suerte que ningún proyectil me alcanzó a mi, o a ninguno de mis amigos… pero como dice Ende, “esa es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión”.
Ya habíamos pasado el primer filtro de seguridad y estábamos rodeando el estadio tratando de encontrar la rampa que nos tocaba para acceder a nuestros lugares. De pronto nos encontramos con un pseudo-aficionado puma, vestido con una playera de la rebel. El individuo se me plantó enfrente y no me dejaba pasar. Primero pensé que era una broma, o simplemente de un error. Yo traté de pasarlo por la derecha y me bloqueó. Lo mismo pasó cuando traté de esquivarlo por la izquierda. Fue cuando me di cuenta que la cosa iba en serio.
-¿Qué? Le dije… Entonces me miró con odio y me escupió en el escudo de mi playera. Estuve a punto de ponerme bravo para reclamarle, pero me di cuenta que el tipo estaba muy borracho y no venía sólo. En ese momento recibí un golpe sorpresivo en el esternón. Afortunadamente, mi novia instintivamente se había alejado del agresor, porque me muero su le pasa algo. Mientras tanto, mi amigo Miguel y mi hermano quienes venían caminando varios pasos adelante de mi, venían en mi auxilio. Empujé a mis compañeros lejos del pleito, les dije dos veces “VAMONOS” y nos alejamos a toda velocidad de los bravucones. Afortunadamente, fuera del susto que nos dieron no pasó nada.
Debo confesar que cuando me pegaron, sentí un gran coraje y unas ganas tremendas de desquitarme. Gracias a Dios mantuve la cabeza fría, porque no hay nada peor que pelearse con un borracho que no tiene nada que perder y que además está muy envalentonado porque viene con sus cuates.
En increíble que a los aficionados comunes y corrientes, nos revisan de una manera tan exhaustiva que llega a ser incomoda y que a estos cavernícolas, los dejaron pasar cuando estaban evidentemente borrachos. ¿Cómo es posible que alguien ya esté borracho antes de entrar al partido?
Después del incidente nos fuimos a nuestros lugares y disfrutamos del espectáculo. Tuvimos la suerte de que el día de hoy el marcador favoreció a nuestra. Hubiera sido muy triste irme golpeado y derrotado. Para evitar cualquier contratiempo término del encuentro, abandonamos nuestros lugares en el minuto 30 del segundo tiempo. Pensé que si algunas personas ya estaban borrachas y agresivas, antes de empezar el partido, la cosa se podría poner mucho peor ya que parecía que iban a perder.
Si a alguien le avientan una cerveza, le mientan la madre o se burlan porque su equipo va perdiendo, nadie sale lastimado y son manifestaciones naturales de una rivalidad deportiva: son parte del espectáculo del fútbol, pero lo que si es un abuso es cuando se llega a las agresiones físicas.
Mil veces había escuchado a los comentaristas en la televisión hablar de esos brutos que se hacen pasar por aficionados al deporte, pero nunca me había tocado vivirlo, cuando menos no tan de cerca. Son estos sinvergüenzas los que hacen que sea riesgoso para las familias, las mujeres y los niños ir al estadio. Estos entupidos que no saben que el fútbol no es una guerra, que los aficionados del equipo contrario no son el enemigo y que el agredir al contrario no va a hacer que tu equipo gane o siquiera que juegue un poco mejor.
Este escrito no es contra los verdaderos aficionados pumas, sino contra todos aquellos brutos que en su limitada inteligencia o en su embrutecimiento por el abuso de alguna sustancia, atacan a los seguidores del equipo contrario o hasta en algunos casos, agreden a los seguidores de su mismo equipo. Hay que mencionar que en todos los equipos se da esta plaga de resentidos sociales, con inteligencias limitadas. En alguna ocasión me tocó estar en medio de una “guerra” de hielazos, entre dos grupos de seguidores del América. Tuve la suerte que ningún proyectil me alcanzó a mi, o a ninguno de mis amigos… pero como dice Ende, “esa es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión”.
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5 comentarios:
No puedo mas que estar de acuerdo con usted (y sorprenderme por el nivel de indignación tan grande que lo llevó a postear a la una de la mañana durante la madrugada del lunes después de un fin de semana tan pesado y maravilloso y lleno de actividad - ¡así evitando mencionar la dulzura INCREIBLE que tuvo al acompañarme a terminar las traducciones hasta esas horas!)... Lo bueno es que no fue más que un susto y que ¡GANAMOS! Beso, e.
Novia???? Leí bien??? Ibas co ntu NOVIA???? Dios!! Ahora sí que estoy atrasada de noticias!! Y sí voy a reclamar!!!!!!!!
No es un comentario anónimo, lo que pasa es que me da flojera llenar todos los campos para ser un blogger o lo que quieran que dice ahí que tengo que ser para participar.... Un beso, Rosa
Lo peor de todo es que en la television no dicen nada!! Solo se la pasan diciendo que tan bien se portaron las barras, es mentira! Tanto americanistas, como pumistas deben estar concientes de como celebran y como defienden a su equipo, pero golpear a alguien?! Eso es de animales!
El año pasado fueron 900 detenidos despues del partido America Vs Pumas, este año me quede en 270 detenidos y tenia 20 minutos de terminado el partido.
Que triste!
P.D. GANARON LAS AGUILAS!!! :)
P.D Me gusto esto del blog primo a ver si yo hago uno pronto.
Saludos.
En cuanto al tema deportivo o estadistico creo que estás mal, al igual que los medios, 6 años sin ganarle a pumas en el Azteca??? a mi no se me olvida que el año pasado les clavó 2 goles Kleber para darnos la victoria en el campeon de campeones en el mismo estadio azteca tras haber sacado el empate en la ida en ciudad universitaria. Asi que eran 6 años sin ganar en torneo de liga.
En cuanto a lo del pelado ese, simplemente infame, de verdad que por nacos asi es que odio tanto a pumas y jamas me supo tan dulce la victoria. Y gracias a Dios hoy América pelea por calificar a la liguilla como equipo grande que es, el más grande de este pais le pese a quien le pese, y los tristes pumas luchan por permanecer en el maximo circuito y ojo que no han caido al ultimo lugar unicamente pq hay un equipo que no ha ganado en 14 partidos y aun asi no veo que pumas les haya sacado una ventaja como para estar tranquilos.
Animo bro, y aguante Ame!! que se viene lo bueno.
Gracias, América, por 90 años de alegrías.
JP
Hoy en la mañana me llegó el rumor que habías utilizado la palabra "bravucones" en uno de tus posts. Cuando me dijeron estaba seguro que era broma, pero ahora me doy cuenta que es una triste realidad... jejeje.
Bueno, en cuanto al encuentro con los bravucones (jajaja... no manches), pues fue una lástima que nos los topáramos, ya que fuera de eso la pasamos muy bien.
Ah!!! el señor ya hizo público el gran acontecimiento... muy bien... se ven muy felices juntos. Todo lo mejor.
Un abrazo,
mike
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