Basado en hechos reales ocurridos en la primavera de 1998.
Viernes, Once de la noche. Después de dejar a mi novia en su casa, noté un que salía un poco de vapor del cofre de mi carro. Como la fuga era casi imperceptible, y sobre todo porque a esa hora ya no había nada abierto… decidí irme a dormir y llevar el carro a reparar a primera hora del sábado.
Sábado, Diez de la mañana. Después de vestirme, llevé el carro a un taller mecánico donde era socio un amigo de mi papá. Entré al taller manejando el carro y en el momento que puse la velocidad en “P” empezó a salir mucho humo de mi carro. Abrí el cofre y salieron LLAMAS. Afortunadamente, en el taller estaban preparados y controlaron el fuego con extinguidores en pocos segundos. Fuera de un par de mangueras chamuscadas y el susto que me llevé, el incidente no pasó a mayores.
Según me explicaron, las camionetas Ford Taurus de los 90´s tenían un defecto que en algunos casos causaba que el auto se incendiara. El conducto del líquido de la dirección hidráulica, que no era otra cosa más que una manguera de plástico, pasaba muy cerca del tubo del escape. Como el escape siempre está caliente, con el tiempo acaba por resecar y causar una fuga en la manguera de la dirección. El liquido de la dirección, que no es otra cosa más que aceite, gotea sobre el escape caliente y tarde o temprano el carro termina por incendiarse.
Algunos días después, estaba comiendo con mi papá en un restaurante cuando se acercó una persona a saludarlo.
-¡A que no sabes que vi el otro día! Un muchacho entró al taller del Chikiri con una camioneta IGUALITA A LA TUYA… pobre chavo, se le incendió ahí mismo. QUE BUENO QUE NO ERA TU CAMIONETA!
-Si era mi camioneta… y el chavo era mi hijo Enrique. A él se le incendió el carro. Aquí esta conmigo… te lo presento.
Viernes, Once de la noche. Después de dejar a mi novia en su casa, noté un que salía un poco de vapor del cofre de mi carro. Como la fuga era casi imperceptible, y sobre todo porque a esa hora ya no había nada abierto… decidí irme a dormir y llevar el carro a reparar a primera hora del sábado.
Sábado, Diez de la mañana. Después de vestirme, llevé el carro a un taller mecánico donde era socio un amigo de mi papá. Entré al taller manejando el carro y en el momento que puse la velocidad en “P” empezó a salir mucho humo de mi carro. Abrí el cofre y salieron LLAMAS. Afortunadamente, en el taller estaban preparados y controlaron el fuego con extinguidores en pocos segundos. Fuera de un par de mangueras chamuscadas y el susto que me llevé, el incidente no pasó a mayores.
Según me explicaron, las camionetas Ford Taurus de los 90´s tenían un defecto que en algunos casos causaba que el auto se incendiara. El conducto del líquido de la dirección hidráulica, que no era otra cosa más que una manguera de plástico, pasaba muy cerca del tubo del escape. Como el escape siempre está caliente, con el tiempo acaba por resecar y causar una fuga en la manguera de la dirección. El liquido de la dirección, que no es otra cosa más que aceite, gotea sobre el escape caliente y tarde o temprano el carro termina por incendiarse.
Algunos días después, estaba comiendo con mi papá en un restaurante cuando se acercó una persona a saludarlo.
-¡A que no sabes que vi el otro día! Un muchacho entró al taller del Chikiri con una camioneta IGUALITA A LA TUYA… pobre chavo, se le incendió ahí mismo. QUE BUENO QUE NO ERA TU CAMIONETA!
-Si era mi camioneta… y el chavo era mi hijo Enrique. A él se le incendió el carro. Aquí esta conmigo… te lo presento.
3 comentarios:
Me imagino que ahi no termina la historia verdad?? Que bueno que ya has escrito mas primo.
Saludos.
Por cierto en un comentario que pusiste en mi blog dices que no estas deacuerdo, pero si lees bien el post yo digo que El señor de los anillos es una excelente adaptacion. Puse 3 buenas adaptaciones y 3 malas adaptaciones.
Saludos de nuevo
jejeje... Te faltó explicar que eso pasó en Mérida, ¿no? Digo, no por menospreciar, pero hubiera sido TODAVÍA más sorprendente si hubieran visto la dragoneta en el DF... equis, antes que me acusen, con toda razón, de chilanga...
Pero fíjenseNNN que el otro día, un amigo de mi tío le estaba contando que fue a la meta de una carrera de bici´s, nomás, para ver... y mi tío le dijo "¿en serio? pues en esa carrera concursó mi sobrino y ganó el primer lugar!" (obvio estaba hablando de mi hermano el SportEve) y que le dicen "ah! tu sobrino es el barbón ese!!!"... sí... el barbón ese... al menos él no estaba en llamas...
Besos, e.
¡Que anécdota Harry!
Yo creo que es hora de vender la dragoneta y optar por vehículos más seguros, como bicis, jajaja.
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