Hace algunos días fui al cine con algunos amigos. No es por presumir, pero ese día fuimos a la sala VIP para evitar tener que formarnos una hora antes. La película escogida ese día fue "La niñera en apuros" o algo así...
Cinco minutos antes del inicio de la película fuimos a comprar palomitas. Fue ahí donde tres hermanitos llamaron mi atención. Eran tres niños pelirrojos. Como buen fan de Harry Potter, inmediatamente los bauticé los Weasleys y le informé a mis compañeros de mi descubrimiento.
Después de unos minutos, los dos Weasleys mayores se formaron atrás de nosotros en la fila de la dulcería. Después de eso alguien más se formó ignorando a los pelirrojos y metiéndose en la fila adelante de ellos. Uno de mis compañeros, le llamó la atención a este individuo pidiéndole que se formara hasta atrás. Que los niños habían llegado primero a la fila.
Esto me recordó que cuando tenía como 6 o 7 años y mis papas me llevaban al Burger Boy o al Tom Boy (mucho antes de que McDonalds o Burger King llegasen a México) era común que me mandaran solito a comprar más papas a la francesa o los postres. Me ocurrió muchas veces que me saltaban en la fila. La gente veía un niño en el mostrador y se lo saltaban. La actitud de mi amigo me hizo sentir un gran alivio, de que aun hay gente que si respeta a los niños.
Si ustedes están en una situación similar, recuerden que los niños y las personas mayores merecen todo nuestro respeto y que no debemos de saltarlos en las filas por el solo hecho de que son los miembros más indefensos de la sociedad.