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lunes, agosto 21, 2006

Laredo

Como todos ustedes saben, ahora me encuentro cumpliendo una asignación temporal en la Sultana del Norte, en la bella (y MUY caliente) ciudad de Monterrey. Por diversos motivos, el fin de semana del 11 de agosto decidí quedarme aquí y pasar el fin de semana lejos casa. Por eso aproveché y el domingo renté un carro para irme con mis compañeros de trabajo a Laredo.

Salimos un poco antes de las 7 de la mañana y después de 3 horas de manejar en una recta interminable, llegamos a Nuevo Laredo, Tamaulipas. No es muy bonito, pero yo esperaba no menos que una sucursal del infierno. Minutos después, ya estábamos haciendo fila en el puente internacional # 1 de Laredo. En este momento estaba yo MUY emocionado porque iba a cruzar la frontera por primera vez en carro. Algunos cientos de metros más adelante, se veían unas rejas de metal y la bandera de las barras y las estrellas. Había estado un par de veces antes en “Los Estates”, pero siempre había entrado por vía aérea; así que esto era una experiencia nueva… no sabía que esperar.

Tanta emoción debe sonarles un poco tonta a mis amigos regios, quienes acostumbran cruzar la frontera varias veces al año para hacer sus compras. Cuando nace un niño en Monterrey, inmediatamente le sacan su visa para que los papás no tengan que interrumpir sus constantes viajes “al otro lado”. Extiéndanme. Vivo en el DF, y desde ahí no es tan fácil cruzar la frontera vía terrestre.

La fila en el puente internacional #1 de Laredo, se movía muy lentamente. Conforme pasaban los minutos mi ansiedad crecía, hasta volverse desesperación. Pagamos la módica cuota de $23 MXP y seguimos avanzando hacia Estados Unidos.

Suddenly we crossed the imaginary line, and we entered to the USA. I was very excited. We moved on a few meters, when we were asked for our passports and Visa. En ese momento me di cuenta, que no podría practicar mucho mi inglés.
-¿Hasta dónde van?- Nos preguntó un oficial de la Homeland Security, quien era más mexicano que yo.
-Aquí nomás a Laredo de compras y regresamos.
Nos revisó nuestras visas sin ponerles mucha atención y nos deseó un buen día.

It was extremely easy to cross the border! No photograph, no scanning the visa or the passport. Es más todos los oficiales de inmigración hablan un perfecto español. It is a lot easier to reach the United States by land. I hope that this is corrected before the terrorists notice this flaw in the security. Se que es difícil, ya que nada más estamos hablando de la frontera más transitada del mundo.

Ya estando en Laredo, mi emoción se desvaneció. Era una ciudad gringa, común y corriente. Con su Target, su McDonalds y su Red Lobster. La mitad de las personas te hablan en español y la otra mitad lo hacen si les contestas en español. La única diferencia de esta ciudad, con el resto de las ciudades de Estados unidos es que los anglosajones, dígase LOS GÜEROS no son mayoría. Haciendo memoria, vi tres güeritos en todo el día.

Estuve toda la mañana haciendo algo de shopping; aprovechando que los precios son mucho más bajos que en México. Jeans de reconocidas marcas, a 30 o 40 dólares, movies a 7 dólares, etc.

De regreso al país, me impresionó mucho lo fácil que es entrar a México. Cualquier hijo de vecino, que tenga 3 dólares para pagar el cruce puede entrar. Nadie te registra, nadie te pide tu pasaporte, en fin ¡NADIE TE PREGUNTA NADA! Pasas como Juan por su casa. Para mi está bien, soy un mexicano ejemplar, con todos sus derechos y que sería una lástima que me quedara en Estados Unidos. Pero... ¿y los brasileños que venían conmigo? Alguien debería de llevar el registro de los extranjeros que ingresan al territorio nacional, no? La única posibilidad es que te detengan en la aduana porque te haya tocado revisión.

Son impresionantes las diferencias de riqueza, de infraestructura, etc. que se dan entre México y Estados Unidos. Ni todas las bardas, ni toda la border Patrol podrán impedir que nuestros paisanos crucen a Estados Unidos, mientras las diferencias económicas sigan siendo tan marcadas. A lo mejor nuestros vecinos en lugar de gastar su dinero en bardas, deberían de invertir en el desarrollo de México. Algo como lo que hizo la Unión Europea, donde los países más ricos subsidiaron proyectos de infraestructura para apoyar el desarrollo de sus vecinos más pobres.

La única forma de evitar que los mexicanos invadan USA, es disminuyendo la diferencia entre los ingresos de los habitantes de estos dos países. Pero como dice Ende, esto es otra historia, y deberá ser contada en otro momento.

martes, agosto 08, 2006

Aventuras de un Taxista

En el último mes he tomado unos 4 taxis al día, en este tiempo me he dado cuenta que los taxistas son personas que escuchan muchas anécdotas y por lo tanto poseen mucha "sabiduría popuar". Si el taxista es un poco platicador, te empezará a contar lo que sabe sin mucho esfuerzo. Después de escuchar muchas de sus historias, me di cuenta que algunas eran interesantes y valían la pena de ser publicadas en el blog.

-Cuentan que en un conocido hotel de paso en Monterrey, el cual está de camino al aeropuerto, se metió una pareja… par de infieles, porque ambos estaban casados con un tercero y un cuarto en discordia.

Ocuparon una habitación que tenía un garage para guardar el carro justo a lado de la habitación. No se a que habrán ido, pero puedo afirmar que en algún momento quisieron escuchar música. Se les hizo muy fácil prender la radio del coche y dejar encendido el motor para que no se bajara la batería.

El desenlace fue fatal. Los gases emitidos en la combustión los envenenaron lentamente… probablemente ni siquiera se dieron cuenta de lo que pasaba. Simplemente tomaron una siesta de la que nunca despertaron.

Al día siguiente los cuerpos fueron descubiertos por la señora de la limpieza. Las respectivas parejas recibieron dos malas noticias. Se enteraron no sólo de la infidelidad de sus respectivos espos@s y peor aun, sino también de la muerte de sus cónyuges.
Ahora todos tengan mucho cuidado con el dióxido y el monóxido de carbono... sobretodo los que viven en lugares frios y usan calefacción con gas... si se apaga o hay una fuga, podrían temrinar igual.
Ahora va la segunda historia...

-Iba un taxista recorriendo la ciudad de Monterrey en busca de pasaje en una noche fría de diciembre. De pronto una pareja le hizo la parada. Eran una muchacha y un joven de no más de 25 años. El joven le indicó al taxista que iban a las afueras de la ciudad, rumbo a Saltillo.

Avanzaron algunos kilómetros cuando el joven le pidió al conductor que se detuviera en una tienda para comprar cerveza. El muchacho le ofreció una soda (un refresco) al taxista, quien amablemente declinó.

Cuando la pareja regresó al taxi, venían con un par de cervezas y una coca. El joven destapó el refresco y se lo dio al chofer, quien ante tanta insistencia y por educación tomó un sorbo. Un par de minutos después, el taxista sintió un profundo sueño. Cuando notó que la cabeza se le iba para atrás dijo:
- ¿¡Qué le echaste a la Coca?!

Después de eso el taxista sólo recuerda como el joven le ayudó a orillar el taxi. El chofer despertó unas 24 horas después cuando su vecino lo encontró dormido en el taxi. Le habían robado las botas, la chamarra y el poco dinero que traía encima. Afortunadamente para él, los ladrones no encontraron el escondite donde tenía el dinero de los regalos de navidad. Como el chofer tenía un terrible dolor de cabeza, lo llevaron al doctor quien le dijo que si se hubiera terminado ese refresco, seguramente hubiera muerto.
Espero que después de esta historia tengan mas cuidado con lo que toman...

No se si las historias sean verdaderas o no. Yo sólo las reproduzco de la manera más fiel de acuerdo con los relatos de los taxistas. Estas historias me parecieron muy interesantes. ¡¡Ustedes que opinan?? ¿¿les gustaron?? Conocen historias semejantes??