Como todos ustedes saben, ahora me encuentro cumpliendo una asignación temporal en la Sultana del Norte, en la bella (y MUY caliente) ciudad de Monterrey. Por diversos motivos, el fin de semana del 11 de agosto decidí quedarme aquí y pasar el fin de semana lejos casa. Por eso aproveché y el domingo renté un carro para irme con mis compañeros de trabajo a Laredo.
Salimos un poco antes de las 7 de la mañana y después de 3 horas de manejar en una recta interminable, llegamos a Nuevo Laredo, Tamaulipas. No es muy bonito, pero yo esperaba no menos que una sucursal del infierno. Minutos después, ya estábamos haciendo fila en el puente internacional # 1 de Laredo. En este momento estaba yo MUY emocionado porque iba a cruzar la frontera por primera vez en carro. Algunos cientos de metros más adelante, se veían unas rejas de metal y la bandera de las barras y las estrellas. Había estado un par de veces antes en “Los Estates”, pero siempre había entrado por vía aérea; así que esto era una experiencia nueva… no sabía que esperar.
Tanta emoción debe sonarles un poco tonta a mis amigos regios, quienes acostumbran cruzar la frontera varias veces al año para hacer sus compras. Cuando nace un niño en Monterrey, inmediatamente le sacan su visa para que los papás no tengan que interrumpir sus constantes viajes “al otro lado”. Extiéndanme. Vivo en el DF, y desde ahí no es tan fácil cruzar la frontera vía terrestre.
La fila en el puente internacional #1 de Laredo, se movía muy lentamente. Conforme pasaban los minutos mi ansiedad crecía, hasta volverse desesperación. Pagamos la módica cuota de $23 MXP y seguimos avanzando hacia Estados Unidos.
Suddenly we crossed the imaginary line, and we entered to the USA. I was very excited. We moved on a few meters, when we were asked for our passports and Visa. En ese momento me di cuenta, que no podría practicar mucho mi inglés.
-¿Hasta dónde van?- Nos preguntó un oficial de la Homeland Security, quien era más mexicano que yo.
-Aquí nomás a Laredo de compras y regresamos.
Nos revisó nuestras visas sin ponerles mucha atención y nos deseó un buen día.
It was extremely easy to cross the border! No photograph, no scanning the visa or the passport. Es más todos los oficiales de inmigración hablan un perfecto español. It is a lot easier to reach the United States by land. I hope that this is corrected before the terrorists notice this flaw in the security. Se que es difícil, ya que nada más estamos hablando de la frontera más transitada del mundo.
Ya estando en Laredo, mi emoción se desvaneció. Era una ciudad gringa, común y corriente. Con su Target, su McDonalds y su Red Lobster. La mitad de las personas te hablan en español y la otra mitad lo hacen si les contestas en español. La única diferencia de esta ciudad, con el resto de las ciudades de Estados unidos es que los anglosajones, dígase LOS GÜEROS no son mayoría. Haciendo memoria, vi tres güeritos en todo el día.
Estuve toda la mañana haciendo algo de shopping; aprovechando que los precios son mucho más bajos que en México. Jeans de reconocidas marcas, a 30 o 40 dólares, movies a 7 dólares, etc.
De regreso al país, me impresionó mucho lo fácil que es entrar a México. Cualquier hijo de vecino, que tenga 3 dólares para pagar el cruce puede entrar. Nadie te registra, nadie te pide tu pasaporte, en fin ¡NADIE TE PREGUNTA NADA! Pasas como Juan por su casa. Para mi está bien, soy un mexicano ejemplar, con todos sus derechos y que sería una lástima que me quedara en Estados Unidos. Pero... ¿y los brasileños que venían conmigo? Alguien debería de llevar el registro de los extranjeros que ingresan al territorio nacional, no? La única posibilidad es que te detengan en la aduana porque te haya tocado revisión.
Son impresionantes las diferencias de riqueza, de infraestructura, etc. que se dan entre México y Estados Unidos. Ni todas las bardas, ni toda la border Patrol podrán impedir que nuestros paisanos crucen a Estados Unidos, mientras las diferencias económicas sigan siendo tan marcadas. A lo mejor nuestros vecinos en lugar de gastar su dinero en bardas, deberían de invertir en el desarrollo de México. Algo como lo que hizo la Unión Europea, donde los países más ricos subsidiaron proyectos de infraestructura para apoyar el desarrollo de sus vecinos más pobres.
La única forma de evitar que los mexicanos invadan USA, es disminuyendo la diferencia entre los ingresos de los habitantes de estos dos países. Pero como dice Ende, esto es otra historia, y deberá ser contada en otro momento.
Salimos un poco antes de las 7 de la mañana y después de 3 horas de manejar en una recta interminable, llegamos a Nuevo Laredo, Tamaulipas. No es muy bonito, pero yo esperaba no menos que una sucursal del infierno. Minutos después, ya estábamos haciendo fila en el puente internacional # 1 de Laredo. En este momento estaba yo MUY emocionado porque iba a cruzar la frontera por primera vez en carro. Algunos cientos de metros más adelante, se veían unas rejas de metal y la bandera de las barras y las estrellas. Había estado un par de veces antes en “Los Estates”, pero siempre había entrado por vía aérea; así que esto era una experiencia nueva… no sabía que esperar.
Tanta emoción debe sonarles un poco tonta a mis amigos regios, quienes acostumbran cruzar la frontera varias veces al año para hacer sus compras. Cuando nace un niño en Monterrey, inmediatamente le sacan su visa para que los papás no tengan que interrumpir sus constantes viajes “al otro lado”. Extiéndanme. Vivo en el DF, y desde ahí no es tan fácil cruzar la frontera vía terrestre.
La fila en el puente internacional #1 de Laredo, se movía muy lentamente. Conforme pasaban los minutos mi ansiedad crecía, hasta volverse desesperación. Pagamos la módica cuota de $23 MXP y seguimos avanzando hacia Estados Unidos.
Suddenly we crossed the imaginary line, and we entered to the USA. I was very excited. We moved on a few meters, when we were asked for our passports and Visa. En ese momento me di cuenta, que no podría practicar mucho mi inglés.
-¿Hasta dónde van?- Nos preguntó un oficial de la Homeland Security, quien era más mexicano que yo.
-Aquí nomás a Laredo de compras y regresamos.
Nos revisó nuestras visas sin ponerles mucha atención y nos deseó un buen día.
It was extremely easy to cross the border! No photograph, no scanning the visa or the passport. Es más todos los oficiales de inmigración hablan un perfecto español. It is a lot easier to reach the United States by land. I hope that this is corrected before the terrorists notice this flaw in the security. Se que es difícil, ya que nada más estamos hablando de la frontera más transitada del mundo.
Ya estando en Laredo, mi emoción se desvaneció. Era una ciudad gringa, común y corriente. Con su Target, su McDonalds y su Red Lobster. La mitad de las personas te hablan en español y la otra mitad lo hacen si les contestas en español. La única diferencia de esta ciudad, con el resto de las ciudades de Estados unidos es que los anglosajones, dígase LOS GÜEROS no son mayoría. Haciendo memoria, vi tres güeritos en todo el día.
Estuve toda la mañana haciendo algo de shopping; aprovechando que los precios son mucho más bajos que en México. Jeans de reconocidas marcas, a 30 o 40 dólares, movies a 7 dólares, etc.
De regreso al país, me impresionó mucho lo fácil que es entrar a México. Cualquier hijo de vecino, que tenga 3 dólares para pagar el cruce puede entrar. Nadie te registra, nadie te pide tu pasaporte, en fin ¡NADIE TE PREGUNTA NADA! Pasas como Juan por su casa. Para mi está bien, soy un mexicano ejemplar, con todos sus derechos y que sería una lástima que me quedara en Estados Unidos. Pero... ¿y los brasileños que venían conmigo? Alguien debería de llevar el registro de los extranjeros que ingresan al territorio nacional, no? La única posibilidad es que te detengan en la aduana porque te haya tocado revisión.
Son impresionantes las diferencias de riqueza, de infraestructura, etc. que se dan entre México y Estados Unidos. Ni todas las bardas, ni toda la border Patrol podrán impedir que nuestros paisanos crucen a Estados Unidos, mientras las diferencias económicas sigan siendo tan marcadas. A lo mejor nuestros vecinos en lugar de gastar su dinero en bardas, deberían de invertir en el desarrollo de México. Algo como lo que hizo la Unión Europea, donde los países más ricos subsidiaron proyectos de infraestructura para apoyar el desarrollo de sus vecinos más pobres.
La única forma de evitar que los mexicanos invadan USA, es disminuyendo la diferencia entre los ingresos de los habitantes de estos dos países. Pero como dice Ende, esto es otra historia, y deberá ser contada en otro momento.